Hoy nos dejo una yegua formidable, con un enorme corazón, velocidad, ganas de saltar, un yegua ganadora.
Llego a nosotros de casualidad, a través de Guillermo González Eguinoa e Ivan Serrano, y con ella todo fueron alegrías, clasificaciones, y ganar pruebas. Desde entonces estuvo con nosotros, con su mal genio, con sus relinchos al salir a la pista, con su peculiar carácter.
Esta mañana nos estaba esperando para decirnos adios, nos quedamos tristes porque una parte de nuestras vidas nos abandonaba. Nos deja dos potros excepcionales, Valdelamadre Junior Champs, y Valdelamadre Lakasita. Seguro que en unos años, estos dos caballos nos recordarán a las cualidades de su madre. DEP.